La Herida Original

La Herida Original no es un pecado o a un error humano, sino una experiencia cósmica que todos los seres han vivido.

Qué es la Herida Original

Tiene Origen Cósmico: nace mucho antes de la vida en la Tierra, cuando el Alma dejó el Hogar (la Fuente, el Todo) para experimentar el Ser como un ser único y separado.

El sentido de separación: en el momento en que nos percibimos como individuos, surgió la sensación de estar “cortados” del amor del Todo. Esto generó dolor y desconcierto.

El vacío interior: esta separación dejó una sensación de carencia, un vacío profundo que desde entonces el ser humano ha intentado llenar — a través del poder, el control, la posesión, y muy a menudo mediante la sexualidad.

Las distorsiones de la sexualidad: precisamente porque la sexualidad porta el eco de la unión original (el regreso a la totalidad), ha sido utilizada tanto como vía de búsqueda de la plenitud, como forma de manipulación y vampirismo energético.

Enseñanza Clave

La Herida Original no es algo que deba sanarse, porque en realidad nunca hubo una separación verdadera: fue una ilusión necesaria para poder experimentar la individualidad.

El camino consiste en reconocer la herida, abrazarla e integrarla, recordando que ya somos completos. En otras palabras: la herida original es la ilusión de estar separados de la Fuente y de los demás, lo que ha llevado a buscar afuera lo que en verdad ya está dentro de nosotros.

Cómo Transformar la Herida Original en Don

– Aceptación de la Separación

La herida original nace de la sensación de estar separados de la Fuente. Cuando dejamos de intentar “repararla” y empezamos a reconocerla como parte de nuestro viaje, deja de ser dolor y se convierte en consciencia.

– El Don de la Individualidad

Sin la herida no habría existido la experiencia del yo único. Es precisamente a través del sentirse separado que hemos podido descubrir lo que significa ser creadores independientes.

– La Sexualidad como Espejo

En el deseo de unión con el otro hay un llamado a la unidad original. Cuando la herida se integra, la sexualidad ya no sirve para llenar un vacío, sino que se convierte en celebración de la plenitud.

– Del Necesitar al Compartir

La herida lleva a buscar energía fuera de nosotros (necesidad, manipulación, vampirismo energético). Una vez integrada, descubrimos que nuestra energía es infinita: ya no necesitamos tomarla de nadie. Solo podemos compartirla libremente.

– Regreso Consciente al Uno

No es un “volver atrás al Hogar” como si hubiéramos perdido algo, sino un regreso enriquecido por la experiencia. La herida se convierte en don porque nos permitió descubrir que somos a la vez únicos y parte del Todo.

La herida original ha sido la cuna de nuestra libertad. Nos hizo creer que estábamos rotos, para permitirnos recordar —como creadores conscientes— que nunca lo estuvimos.

Visualización: De la Herida al Don

Aquí tienes una visualización guiada que puedes hacer en 10–15 minutos, para transformar la herida original en don a través del sentir:

– Preparación

Siéntate o recuéstate en un lugar tranquilo. Cierra los ojos. Lleva la atención a la respiración: lenta, suave, profunda.

– Sentir la herida

Coloca las manos sobre el Corazón. Imagina que percibes en ese punto un ligero vacío, una sensación de carencia, como una herida antigua. No la juzgues, no intentes cambiarla. Solo siéntela.

– Darle Voz

Imagina que la herida puede hablarte. Tal vez dice: “Me siento sola”, “Me falta algo”, “Tengo miedo de no ser completa”. Escúchala con amor, como se escucha a un niño.

– Acoger

Inspira profundamente y di dentro de ti: “Te veo. Te acojo. Eres parte de mí.” Permite que la herida deje de ser enemiga y se convierta en compañera.

– La Transformación

Imagina que de ese vacío empieza a brotar una luz dorada. No viene de afuera: nace de la propia herida. La luz se expande en el pecho, en los brazos, en todo el cuerpo.

– El Don

Ahora siente: no estás roto, eres completo. La herida era solo un portal. Repite dentro de ti: “Yo soy completo. Yo soy libre. Yo soy creador.”

– Integración

Permanece unos instantes disfrutando de esta luz que te llena. Respira profundamente y deja que se difunda en todo tu campo energético.

– Regreso

Poco a poco, vuelve a la respiración natural. Mueve las manos, los pies. Abre los ojos llevando contigo esta nueva sensación de plenitud.

Cada vez que sientas reaparecer el vacío o la carencia, puedes repetir esta visualización: no para borrar la herida, sino para recordar que el don ya está en ella.

Aquí tienes la versión breve-mantra, para usar en cualquier lugar cuando sientas surgir de nuevo la sensación de falta o separación:

Te veo, herida, y te acojo

Dentro de ti está mi Luz

Yo soy completo. Yo soy libre. Yo soy Creador

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